Hoy lo he pasado muy bien en la playa jugando con las olas. Los primeros días de las vacaciones de Semana Santa no estuvieron mal, pero no me animaba tanto a coger olas (bodysurf o lo que es lo mismo bañarse en la playa). La mayor parte del tiempo estaba sentado en la toalla dedicándome a la contemplación, que en la playa no está nada mal. Pero ver toda la playa llena de surfistas me producía tristeza. Ocurre en casi todas las playas de Cádiz e incluso Huelva. Donde hay unas cuantas olas, ahí están.
Quizás se pueda compartir el espacio, es cuestión de aprender. Pero me siento extraño sin la tabla y el neopreno. No quiero decir que me gustaría llevarlos. A mí me gusta más sentirme dentro de la ola y creo que es un ejercicio el del bodysurf muy completo.
En fin, ahora daré una vuelta por Vejer, que mañana regreso a Sevilla.
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